Sara Bautista Espinel
AREPAS DE ZAPALLO para consagrar un amor eterno lejos de casa
Actualizado: 23 feb 2021
Ingredientes
Harina de maíz
Ahuyama o zapallo
Mantequilla
Queso
Sal
Utensilios
Horno u olla grande
Plancha para asar
Espátula
Bowl
Tenedor
Impajaritables
Una pareja latinoamericana viviendo en tierras lejanas
Amor
Paso: No existen las medias naranjas, pero si el amor igualitario.
Cerciórese de que va a ser capaz de convivir con esta persona el resto de su vida, pues una vez realizada esta receta no tendrá vuelta atrás.
Tips para saber de es la persona indicada:
Se ríen varias veces al día
Todo enojo es pasajero, de no más de unos minutos
Comparten todo, incluso las labores domésticas
Gusta de esta persona desde la intimidad hasta lo público
Y por supuesto
Le gusta su cocina…. porque es de largo aliento y nadie debe morir de hambre.
PRECAUCIÓN: Esta última debe ser testeada previamente a la receta, pues se conocen casos en que se cree que son las famosas “Mariposas en el estómago” del amor, y resulta ser hambre.
Una vez 100% seguros de su decisión podemos proceder.
2. Paso: Enamorándose y rompiendo el amor.
Asegúrese de tener la ahuyama más linda de toda la zona, cuando encuentre la apropiada, que sea bella y única, lo sabrá. Lamentamos informarle que va a clavar un cuchillo en esta ahuyama de la que se había enamorado. Ahora bien, pártela en pedazos, extraiga las pepas y cocínela en una olla grande con agua suficiente, o bien en el horno.
Una vez cocida destrípela con las caricias de un tenedor, hasta que posea únicamente la carne pulpa de esta delicia, dejando de lado su piel, tallo y otras partes que puedan aparecer.
Con el mismo tenedor presione la pulpa rompiendo su estructura, como quien hace un puré. Una vez realizado el puré en el bol podemos pasar al siguiente paso.
3. Paso: Maíz para nutrir hasta la raíz.
Agregue el queso y la mantequilla, que se derretirán, o ablandaran, como usted en los brazos del ser amado. Mezcle todo muy bien, con un poco de sal, empiece a agregar la harina de maíz para dar consistencia y convertir este puré en una masa moldeable. Debe lograr una masa homogénea y con maíz hasta la raíz.
Querido o querida, no tengas miedo y pon manos a la masa, solo así conseguirás pasar al siguiente paso. Pues ahora debes formar esferas que tendrás que aplastar; para esto existen muchas variantes:
Moldéala a mano mientras la giras en la palma de tu mano, con ayuda de la otra mano vas generando presión y perfilando los bordes (Técnica de los más expertos)
Haciendo uso de dos tapas de chuspa (bolsa plástica) pon tu esfera en el medio y presiónala entre el mesón y la tabla de cocina; muchos hacen uso también de pataconeras o tortilleras, cuando las desean bien delgadas.
Con las mismas tapas plásticas puedes hacer uso de un rodillo, extender tu masa entre los plásticos y cortas con una forma redonda, o a tu imaginación, pero no garantizamos los resultados.
4. Paso: Amor a fuego lento.
Calentar los alimentos no es más que un profundo acto de amor, por uno mismo o por alguien más. Es así como al son de un Son Cubano, de esos que se bailan en “una sola baldosa”, se pone sobre una plancha, caliente en la estufa, nuestras arepas.
CUIDADO es importante la delicadeza de aquel Son para no romper las arepas al posarlas en este metal (cerámica para quienes hacen uso de un comal) caliente de sueños y esperanzas.
Deje a las arepas cocinarse y conseguir aquella coraza crocante del roce directo con el calor a fuego lento. De esta manera la arepa se separará solita de la superficie, para ser dada vuelta y proceder a la espera. Será gracias al fuego lento que encontrará la cocción y el dorado perfecto de la arepa. ¡Así garantizará un duradero amor!
5. Paso: Barriga llena, corazón contento.
Para servir estas delicias puede acompañarlas de sus sabores favoritos (Queso, salsas, jamones, aceitunas, mermeladas…ect), pero resulta indispensable hacer uso de los impajaritables, coman con amor y en comunión. Recuerden que la belleza física se acaba, pero el hambre no; por ende: A barriga, llena corazón contento.
TIP: Es bien sabido que de amor nadie muere, pero nada más sabroso que vivir amando y amado, pues hace la vida más sonriente.
*Receta de Salvador de la Serna (México) y Manuela Tascón (Colombia) desde Alemania.